Bajo sus yelmos y armaduras, los caballeros no eran fáciles de reconocer, por ello, decoraban su armadura y su escudo con un blasón o escudo de armas.
Estamos aprendiendo que los caballeros medievales pintaban la superficie de su escudo con figuras coloristas para poder identificar a sus compañeros en el campo de batalla y hemos visto que esta costumbre se extendió rápidamente a la Iglesia, las naciones, los municipios y las familias. Así, los escudos se convirtieron en hereditarios, transmitiéndose de padres a hijos como patrimonio de la familia.
En la antigüedad, los nobles usaban en su escudo familiar un conjunto de dibujos que representaban sus orígenes, las virtudes, las particularidades de esa familia. Al ver un determinado escudo la gente sabía a qué familia identificaba.
Por ello, hemos propuesto esta actividad para realizar en casa con ayuda de papá y mamá:
Cada familia tiene su origen que investigará en casa. Así cada familia ha decorado el escudo de su apellido, y luego lo ha llevado a clase. Cada niño-a nos ha explicado como es su escudo familiar.
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